Filipinas

     Pues sí; precisamente en las antípodas, Islas Filipinas, cuyo nombre, los colonizadores del siglo de oro, dedicaron al entonces príncipe de Asturias Felipe y fue, primero colonia y después provincia española. A pesar de la influencia estadounidense que se esmeró en borrar todo lo español, aún se habla en castellano (minoritariamente) y sorprendentemente también conocen a Bernardo del Carpio.
     En la mitología filipina hay un héroe indígena, tagalo, cuyo nombre es Bernardo Carpio. Es un guerrero prototipo de héroe rebelde, que lucha contra el colonialismo norteamericano. Los filipinos lo recuerdan como un gigante que partió una montaña para hacer un paso por el que se salvase la población. En el corte de la montaña de Montalbán aún se ven marcadas las manos del gigante. Ahora es un superhéroe de películas y dibujos infantiles.

      No cabe duda que el origen de este personaje está en las leyendas y romances bernardinos que fueron a Filipinas con los españoles, y con el tiempo asimilado por los indígenas manteniendo la idea de héroe y el carácter de rebeldía que tuvo aquí en España.

Las imágenes de esta página son interpretaciones actuales del personaje en las publicaciones filipinas

  

      


Montaña partida por Bernardo Carpio en Norzagarai, Bulacan,
al Norte de Manila

Bakas, el desfiladero abierto por Bernardo Carpio

Don Guillermo Gómez Rivera de la Academia Filipina de Manila en un atento correo nos amplía lo siguiente:

     El corrido es una forma literaria en verso que arraigó en Filipinas, particularmente entre los tagalos, los bisayos y los ilocanos. 
Entre esos corridos está el de Bernardo Carpio (desapareció el "del"), el de los Siete Infantes de Lara, el del Don Juan Tiñoso, el del Pájaro (Ibong) Adarna, etc.. Estos corridos alternaban con la vida de los Santos, de la Iglesia Católica, como instrumentos para apoyar la evangelización de los indígenas filipinos y enseñar el bien contra el mal.
Durante la invasión norteamericana (la de los WASP usenses) entre los años 1898 y hasta 1930 la resistencia filipina, abierta al principio, crecía como una guerrilla a veces con las armas y a veces con la propaganda anti-usense. Entre esas piezas de propaganda salía Bernardo Carpio como posible redentor de los filipinos contra los invasores norteamericanos o estadounidenses (usenses) que masacraron a un millón seis cientos mil filipinos y robaron la reserva en oro y plata de la Primera República que los revolucionarios, a su vez, confiscaron de iglesias, mansiones privadas, tesorerías municipales, que venían en monedas en pesos fuertes, oro, o pesos fuertes, plata. Esa reserva valía en aquel tiempo mas de mil millones de dólares usenses.
En los años 50 se hizo una película tagala titulada "Bernardo Carpio" en blanco y negro.
Las montañas donde supuestamente residía Bernardo Carpio existen en el pueblo de Montalvan en el norte de Manila. Hay una cueva impresionante que supuestamente era el palacio del héroe. 
En la provincia de La Laguna también se encuentra el Monte Banahaw (Banajao) de los dioses indígenas y se dice que Bernardo Carpio también lo frecuenta para buscar a su amante Maria Maquiling.

Lo que queda de España en Filipinas del hispanista filipino Antonio M. Molina

Vídeos de You Tube

La Leyenda de Bernardo Carpio en Filipinas
 

Montalbán, Filipinas, y el desfiladero Bernardo Carpio