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La actual Plaza de Toros, se encuentra situada con la puerta principal dando frente a la calle del Almíbar. Fabricada en ladrillo y bóveda, se compone de fachada exterior con cuarenta y ocho ochavas, doce puertas para la entrada del público, una para los reyes y tres para el servicio de plaza y ciento seis ventanas en las galerías de sus tres pisos. Su interior se compone de noventa y nueve balcones y once escaleras. Tiene también tres galerías que dan vuelta al edificio, en donde se encuentran instalados actualmente dos museos. La Plaza está provista de chiqueros muy capaces.
     La Plaza de Toros de Aranjuez, ha sufrido numerosas remodelaciones a lo largo de su historia. Actualmente tiene un aforo de 8.888 localidades y
un ruedo de 58 metros de diámetro, uno de los más amplios que existen.
     La primera Plaza se inauguró a comienzos de la segunda mitad del Siglo XVIII, con gran afluencia de público y con la práctica de lo que hoy llamamos abono, que entonces recibía el nombre de pagar un "situado". Pocos años después, el Rey Carlos III, nada amante de "La Fiesta", ordenó que se suspendieran todos los espectáculos taurinos en el reino, por lo que la Plaza quedó sin uso y sin la debida conservación, se autodestruyó.
     En la última década del siglo XVIII, se obtiene autorización para construir una nueva Plaza, la actual, y un año fue suficiente para darla por terminada.
     En esta Plaza las corridas se daban con un lujo inusitado y en ella se lucieron importantes toreros. Pero en el año 1809, un violento incendio redujo a cenizas la madera de este edificio, salvándose tan sólo y gracias a su sólida construcción, la anchísima pared exterior y la fuerte bóveda.