tarde
En el Solejar durante el convite que sigue a los esponsales
Fraile: -Hermanos. Hemos unido ante Dios a estos jóvenes, criados en las mejores familias de Hinojosa y ahora vamos a participar de la alegría del convite deseándoles una vida llena de felicidad y que su fertilidad sea tal que sus hijos no puedan contarse con los dedos de las manos.
Padre de la novia -Esta noche es una noche feliz, porque mi hija comienza una nueva vida formando una familia. Deseamos a los novios que esta felicidad no acabe nunca y pronto tengan hijos que alegrarán nuestras casas con sus risas.
Os agradecemos a todos los que habéis venido a felicitarlos y especialmente a esta familia morisca que aunque rezan a un dios distinto convive en armonía con todos los del pueblo.
Éstos se acercan a dar sus parabienes a los novios.
Comienza el baile en dos grupos.
Padre del novio: invita a degustar el convite a todo el mundo. Los sievientes ofrecen a actores y espectadores pan mojado con vino tinto y espolvoreado con azúcar.
Llegan los nobles fanfarrones y abusivos.
Feudal: -¡A ver siervos! ¿Hacéis una fiesta y no invitáis a vuestro señor?
-¡Traed vino! aunque sea el vino agrio que acostumbráis a beber…
¡Pero si este vino está buenísimo! ¿De donde ha salido? Habla o te corto la lengua.
Padre: -Es de Pero que tiene una viña en la Cabecina.
Feudal: Y ¿Cómo no has llevado este vino al castillo, en vez de escamotearlo para que lo beban estas cucarachas y llevarme ese vinazo insípido que no hay quien lo trague?
El padre: Por favor no lo castiguéis, lo ha hecho para festejar esta boda.
Feudal: Regidor, prende a este ladrón. Dale 20 palos para que aprenda y tomen nota los demás.
Padre: -Por amor de Dios no lo hagáis, prendedme a mí; yo aguantaré su castigo.
Feudal: -Vamos regidor o te saco la piel a tiras.
Novio: -¡No es justo!
Comienza un altercado de gritos y empujones. Los caballeros sacan sus armas rodeando al Feudal.
Feudal: -¡Basta ya villanos desleales, infames, viles! ¡Miserables! Postraos. De rodillas o mañana la horca estará llena de vuestros despojos.
Reclamo el derecho de Pernada. Esta noche dormirás conmigo en el castillo.
La novia protesta y ruega; los padres se quejan: -No es justo, ya no existe ese derecho desde hace siglos...
Feudal:-¿Qué sabes tú de leyes? ¿Acaso no está escrito en la punta de mi espada? Yo soy la Ley y reclamo mi derecho. Alégrate novia, acostumbrada al jergón de paja, vas a conocer una cama con sábanas de seda...
Los villanos gritan indignados: -¡No hay derecho! ¡Tirano! ¡Es inaceptable! ¡Justicia!
Fraile: Pidamos ayuda a nuestro Regidor.