tarde
Cuando el contador de historias enlaza con la leyenda, observa que un grupo de damas se acercan. Las damas llegan en grupo a la plaza del juego pelota donde los nobles acostumbran a realizar sus juegos de entrenamiento para la guera (torneos, justas, juegos...) se colocan en el palenque, el lugar preferente, mientras el populacho se reparte por la plaza.
Dama: -Callad ¿oís? Ya vienen los caballeros.
Aparecen los caballeros franqueados por sus escuderos, saludan a las damas, que le dan una prenda para que guarden mientras demuestran en los juegos el valor y esfuerzo que dedicarán a su amada. Luego aparece el Feudal y su hija también a caballo.
Feudal:-Aquí tenéis a mi hija doña Elvira, la más hermosa de la comarca; bien educada, limpia y ordenada. Formada en el Monasterio de los monjes de Sanfelices donde ha permanecido estos últimos años. Por ella doy por bien empleados todos mis sufrimientos y heridas de las batallas. Admiradla y honradla. Hoy cumple 12 años, ya es una mujer. Hoy es un día grande y vamos a celebrarlo.
Corren las cintas, luchan contra el “estafermo” y juegan a la herradura y la espada.
Los villanos que están contemplando los juegos van abandonando poco a poco el lugar.
un caballero: -¿Qué ocurre? ¿Por qué se va esta gente?
Un escudero informa que dos jóvenes de las mejores familias se han casado y como es de costumbre todo el pueblo le dará el parabién y los padres de los novios ofrecerán un convite.
Feudal: -¿Un convite? Pues vamos todos, nos divertiremos con estos villanos; ya me estaba aburriendo aquí.